[ por Gonzalo Rodriguez Zubieta, em colaboração para o e-mancipação ]
Roberto Mangabeira Unger, John Dewey, Hans Joas y Cornelius Castoriadis nos invitan a reflexionar sobre ciertos postulados basicos, entre otros:
- Parte del “problema latinoamericano” se basa en nuestra imposibilidad en generar nuestros propios diseños institucionales, y pretender adoptar (cuando no lisa y llanamente copiar) ingenierias institucionales estadounidenses o europeas.
- La vitalidad como fuerza potencial latinoamericana, entendida como la energia capaz de “parirse” a si misma, sin tener que mirar o buscar la semejanza por aprobacion con modelos teoricos ya establecidos.
- Imaginar, creativamente, escenarios que no existen, o que desafien nuestra logica institucional ya impuesta (un buen ejemplo de esto es la nueva reconceptualizacion del mercado, saliendo del corse de la logica binaria estatal/no estatal).
Ahora bien, ademas de comulgar con el diagnostico, para los cientistas sociales se nos plantea un desafio, mas epistemologico que teorico.
Hemos sido educados en ciencias sociales en Latinoamerica, no para “crear”, sino para absorber cuerpos de teoria y doctrina principalmente europeos (y estadounidenses), y nuestras reflexiones mayormente se han basado en “rizar el rizo” (loop the loop) sobre estos temas.
Academicamente, es lo deseable y “correcto” adscribir a una u otra tendencia teorica reinante, y los debates, son ecos de debates de sus lugares de origen (permitaseme esta generalizacion de trazo grueso sobre esta tendencia dominante). Algunos nombres que vienen a mi cabeza son Rawls, Habermas, Weber, Mill, Zizek, Nozick, Taylor, Foucault, Deleuze, Wittgenstein, etc.
Lo que me lleva a esta pregunta..¿Como aprenderemos a sacarnos el “chaleco de fuerza” epistemologico? ¿ como aprender a imaginar lo aun no postulado o inventado desde el campo de las Ciencias Sociales? ¿Cómo incorporar nuevas herramientas a nuestra caja, en donde solo tenemos a la logica, los metodos de investigacion inductivo-deductivos, y la reflexion meta-teorica sobre obras creadas por otros, en otros contextos?
El paradigma de investigacion–accion de Fals Borda, por un lado, y la propuesta de la accion creativa de Hans Joas nos dan algunas pistas del camino a recorrer. Paulo Freire, con gran éxito, logro en el campo de la pedagogia recorrer el camino de decolonializar la teoria y la practica en la educacion latinoamericana (abrevando en gran parte en John Dewey).
Vienen a mi cabeza dos corpus teoricos 100% latinoamericanos: la teoria de la dependencia y la teologia de la liberacion. Reflexiono un momento, y noto la reactividad de ambos: fueron respuestas, reacciones a teorias dominantes de su epoca, y una respuesta a un paradigma planteado. Es decir, de alguna manera, un espejo en negativo de algun modo de algo dado.
La creatividad es otra cosa. Es plantearnos lo que aun no existe. Es incluso desacralizar lo que pensamos como lo mejor o mejorable . Casi como un "salto kierkegaardiano", es enfrentar la angustia del "no se", el impasse entre ese no se al descubrir, al jugar, al crear.
Y es algo que no nos enseñaron, que no esta en nuestras curriculas ni en ningun posgrado de nuestras disciplinas. Es aprender a desaprender. Y a encontrar dentro nuestro (primero como individuos, luego como cientistas sociales), a innovar.
Por suerte otras disciplinas han estudiado el fenomeno y las tecnicas ampliamente. Las 3 mas conocidas: la Publicidad, la Administracion de Empresas, y la Innovacion cientifico–industrial.
Nuestra tarea es la siguiente: conformar una red de pensamiento, reflexion y accion multidisciplinaria basada en la originalidad latinoamericana.
No bastara con la ciencia politica, la sociologia, el derecho y la economia: la psicologia, la historia, la lingüística, la antropologia y la hermeneutica (entre las que se me ocurren como las mas cercanas), para imbricar un dialogo de saberes bajo la consigna ungeriana de romper el chaleco de fuerza de nuestros prejuicios teoricos (entre ellos el de falsa necesidad), y animarnos a reempoderarnos de nuestra identidad, para asi poder postular nuestras propias instituciones.
No bastara con la ciencia politica, la sociologia, el derecho y la economia: la psicologia, la historia, la lingüística, la antropologia y la hermeneutica (entre las que se me ocurren como las mas cercanas), para imbricar un dialogo de saberes bajo la consigna ungeriana de romper el chaleco de fuerza de nuestros prejuicios teoricos (entre ellos el de falsa necesidad), y animarnos a reempoderarnos de nuestra identidad, para asi poder postular nuestras propias instituciones.
Sempre digo que, por vezes, acredito que todos estão dizendo a mesma coisa. Falando sobre o Golpe de 1964, destaquei para meus alunos a situação da América Latina.
ResponderExcluirCom a morte de Gabo (Garcia Marquez), a América Latina ganha um pouco mais de visibilidade.
Eduardo Galeado, em "As veias abertas" tentou apresentar nossa condição.
Rubem Alves falava da necessidade e da importância do "esquecimento" para sermos "originais".
E agora vem o seu texto completar essa corrente de mesmas ideias e acontecimentos!
Ainda bem que acreditamos no nosso potencial!
Como sempre, um belo texto!
Considero válida a proposta de “desconstrução da aprendizagem”, a partir da matriz epistemológica, como saída para a libertação da “camisa de força”. Nesse sentido, o primeiro passo consiste no esforço para a identificação e compreensão dos controladores epistêmicos vigentes; o segundo passo consiste na identificação, construção ou compreensão de “novos controladores epistêmicos”; o terceiro passo consiste no esforço para a desconstrução dos “controladores epistêmicos vigentes”; o passo seguinte consiste no esforço para a substituição dos “antigos controladores epistêmicos” por “novos controladores epistêmicos”. Esses “novos controladores epistêmicos” serão aqueles construídos ou compreendidos no processo de construção/desconstrução, ou compreensão, da identidade latina americana. Localizado, assim, o “cerne da questão”: reside no fato de que a lógica, os métodos indutivos ou dedutivos e as teorias adotadas tem como referência “outros contextos”. Portanto, há esforços que permitem a compreensão do “problema latino americano” enquanto contexto colonizado, donde se produziu crenças e hábitos colonizados. O que fazer? Emancipar-se dessas crenças e desses hábitos é o único caminho rumo ao “novo”. Esse “novo” passa, necessariamente, pelo contexto. Compreender esse novo contexto é o desafio. E o caminho pode ser o da episteme, conforme sugerido pelo Zubieta.
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